lunes, 3 de noviembre de 2008

SABADO CUALQUIERA



Blanca. Esta mañana tu recuerdo me asechó como un fantasma.
Devi asustarme. Como suelo asustarme con los recuerdos que me dañan.
Pero no.
Te seguí. Trate de decirte que te quedaras.
Pero la tiniebla de tu ausencia me abrazo, hasta quemarme.
Entendí entonces que era el olvido lo que me despertó muy de día.
Pero rehúse a tal hecho, ya que no fuiste en mi vida mas que una noche de un sábado cualquiera.
Y no tenía razón la tristeza, no había argumento para la pena.
Entonces. ¿Qué era lo que pasaba esa mañana?
Fue tu luz, y la armonía de tus ademanes al bailar. Y esa sonrisa
Que solo mi muerte a de olvidar
Que me robo y me despojo de mí.
Forjándome a creer que era otro. Y que era el mas feliz….
Vana costumbre la mía creerme que no soy cualquiera
Y mírame pues, através de ti.
Que solo fui para ti. Una noche de un sábado cualquiera…

Y ahora que te escribo
Mi alma se pregunta:
Donde te llevan tus pasos que no son los míos
Maldito el camino que me niega encontrarte
Maldita las horas que no llevan tus encantos
Maldita la música que más no lleva tu dulzura



2 comentarios:

Anónimo dijo...

MUY BUENO ESTE POEMA, PARA BLANCA. DESPUES DE LEER ME PREGUNTO: COMO SERA BLANCA, COMO BAILARA...

Anónimo dijo...

SALUDOS DESDE ALEMANIA A LOS POETAS LATINOS
... FRANZH VORKEN